CIUDADES MUERTAS I (JERADA y RUWEIHA)
En el norte de Siria en la carretera que va desde Palmira a Alepo o de Alepo a Hama, se encuentra un yacimiento arqueológico cuando menos misterioso y sorprendente: unas 700 ciudades bizantinas abandonadas. Aunque se las conoce como Las Ciudades Muertas, estas ciudades florecieron en torno a los siglos V y VI cuando esta zona cercana al río Orontes formaba parte del área de influencia de la cercana ciudad cristiana bizantina de Antioquia (en la actual Turquía, donde predicó el apóstol Pablo y por primera vez se denomino a los seguidores de cristo Cristianos, Antioquia fue sede de uno de los cuatro patriarcados originales junto a Roma, Jerusalén y Alejandría). Estas ciudades de los primeros cristianos florecieron al calor de las rutas comerciales y del comercio de aceite de oliva, su prosperidad quedo reflejada en las construcciones públicas y privadas que, de un estilo muy similar al Románico, aun se mantienen en pie. Lo curioso es que sin que los historiadores tengan un motivo claro para explicarlo aquellas ciudades quedaron desabitadas en torno al siglo VII. Una de las opciones, también muy manejada en otros yacimientos de esta zona para explicar el declive de grandes ciudades, es el cambio de las rutas comerciales, lo que haría que la población tuviera que desplazarse a lugares mas prósperos, otra posibilidad es que tras la invasión musulmana de la zona los cristianos decidieran emigrar.
Sea como fuere lo fascinante es que cuando se hace el viaje por carretera en el horizonte se pueden apreciar edificios derruidos, o junto a poblaciones actuales construidas en humildes materiales sobreviven los restos en piedra de alguna muralla, alguna casa o alguna iglesia…nosotros visitamos cuatro de estos 700 yacimientos, aquellas que son mas conocidas por su mejor estado de conservación que es casual, ya que no se lleva a cabo ningún tipo de conservación. Jerada y Ruweiha son las primeras ciudades que visitamos y nuestra sorpresa es encontrarnos que en ella viven algunas familias dedicadas a la ganadería que utilizan zonas del yacimiento como vivienda, las iglesias como rediles para cabras y gallinas y otros edificios como granero. No puedo evitar pensar en lo que ocurrió en algunas ciudades romanas cuando el Imperio Romano de occidente se desmoronó. Según los historiadores la situación económica y social que hizo que el imperio se colapsara y los nuevos gobernantes Godos, tan ocupados en guerrear entre ellos, descuidaron calzadas y grandes ciudades romanas quedaron desabitadas, la gente volvió al campo, y en aquellas ciudades, abandonadas y muy lejanas a sus días de gloria, sus edificios públicos como teatros, circos, etc. eran utilizados por ganaderos y campesinos como huertos o corrales.
JERADA
RUWEIDA
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