Visitar San Petersburgo era uno de los sueños aun por realizar de mi suegra. La idea, en principio era que ella y Mael hicieran una escapada de varios días. Luego me uní yo que tengo que meter la nariz en todo...y por último se añadió Pili.
Tras buscar unas fechas que fuesen adecuadas para los tres, por fin, a principios de septiembre Mael comenzó a mirar vuelos y hoteles. Básicamente lo que hay que decidir es si queremos volar directamente o con escalas. la compañía aérea que hace escalas es conocida, la que vuela directamente, una tal "rosilla", no nos suena de nada. Yo no me niego a volar con ellos siempre que no estén en ninguna lista negra. A Pilar también le da igual, y tras descubrir que se trata de la compañía nacional rusa, como aquí Iberia, nos decidimos a volar con ellos (ida y vuelta unos 300 euros). Luego el hotel lo escogemos a unos 20 minutos del centro...San Petersburgo no es una ciudad económica, a primera vista. Mael ha sido el encargado de hacer las reservas de vuelos y hotel. Por otro lado, Martina, se informó sobre como obtener los visados. En principio para realizar un visado para Rusia se necesita rellenar una solicitud, añadir una fotografía de carné, 70 euros y el pasaporte original que te lo devuelven con el visado al cabo de una semana. Sin embargo es necesario tener carta de invitación desde el país para poder entrar. Esto lo puede hacer el hotel, pero como nos pedían 500 rublos, decidimos hacerlo con la embajada rusa, que también nos cobra 25 euros por persona.
Así pues ya solo nos queda hacer las maletas (metiendo ropa de invierno), pues si todo va tal como lo planeamos, en menos de un mes pasaremos unos diítas en esta ciudad de la que todo el mundo cuenta maravillas.
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