SI NO SABES AMAR, TU VIDA PASARÁ COMO UN DESTELLO

miércoles, 23 de septiembre de 2015

SESIÓN EDU GUARDIA BOYERO





























SESION DOMENEC CY

















SESIÓN ANTONIO JOSÉ BERENGER VERDU






lunes, 14 de septiembre de 2015

EL CAMINO INCA ( Agosto 2015)


 Nunca me planteé el Camino Inca como un simple paseo o una atracción turística, de alguna forma se trataba de un encuentro con la historia, pero también sabía que podía ser una caminata dura que incluso pondría a prueba mis límites…la altura, las horas caminando, los pasos de montaña, los cientos de escalones de subida y bajada, quizás el frío, quizás la lluvia…así que decidí planteármelo como lo que pudo ser en su origen: un camino místico e iniciático, rodeado de accidentes geográficos, montañas, ríos, algún lago, cataratas, a los que los antiguos Incas veneraban como a divinidades ancestrales y protectoras: los Apus. El camino, construido hace 500 años, es una obra de ingeniería que serpentea entre montañas, se encarama a los riscos, atraviesa cuevas, cuelga de precipicios, sube escarpadas colinas, cruza bosques nubosos y desciende hasta selváticos valles…es el testimonio vivo de una sociedad muy avanzada…el camino puede ser duro, quizás ¨ debe ¨ ser duro… a veces la respiración se hace pesada, los músculos se sienten cansados…caminamos despacio…Antes de comenzar el camino también decidí que para mí sería como hacer una meditación caminando de varios días…en conexión con el momento presente, siendo consciente de mi respiración y de cada uno de mis pasos sobre las piedras que los antiguos habitantes colocaron, una a una, para integrar un sendero en terrenos inhóspitos hasta llegar a un lugar sagrado…y caminando nos hemos de sentir afortunados, porque como le comenté a mi compañero, no tenemos nada mas en lo que pensar, estamos libres de preocupaciones y no tenemos nada mas que hacer en los próximos cuatro días…solo caminar, disfrutar de cada uno de nuestros pasos, del momento presente, del lugar que caminamos y habitamos, de los Andes, de la naturaleza viva que nos rodea…de los siglos de historia que nos contemplan tras cada recodo. Recorremos sin preocupación un camino construido hace 500 años para llegar a la ciudad sagrada de Machu Picchu…la ciudad cuya existencia quedó olvidada en algún rincón, voluntario o involuntario, de la memoria de los hombres y fue devorada por la selva en un abrazo verde y protector…ese mismo abrazo envolvió al camino que sube y baja por senderos y montañas, que se descuelga por los riscos y cuyos miles de escalones la intemperie ha removido aquí y allá para hacer mas inclemente, pero a la vez mas bello…pues sin esfuerzo no hay recompensa justa. Prevenimos el mal de altura bebiendo ¨ matecitos ¨ de coca o mascando sus sagradas hojas tal y como nos enseñaron los guías y con cada paso recuerdo las frases de Thay que escribí en las suelas de mis botas para leerlas en momentos de flaqueza mental o física: ¨sonríe, respira…y ve lentamente ¨…¨la felicidad es el camino ¨…¨momento presente, momento maravilloso ¨…¨Camina como si besaras la tierra con cada uno de tus pasos ¨…a veces me detengo, recuerdo las suelas de mis zapatos, tomo aire, soy consciente de donde estoy, de este momento único, de toda la belleza que me rodea, del significado que ocultan como ancianos arcanos cada una de las piedras que pisamos…y avanzo…con la mirada del principiante…con aquella mirada que no tuvieron nuestros antepasados cuando pisaron por primera vez estas tierras que no necesitaban nuevos dueños ni nuevos dioses…la mía es una mirada inocente, avergonzada de una historia y un pasado cruel, ávida de conocimientos, humilde ante todo lo que este país me ofrece, su sabiduría, sus tradiciones, su comida, la chicha, su espiritualidad arraigada a la naturaleza como el liquen al árbol viejo en una unión simbiótica y pacifica en la que el dinero no valía nada y la tierra es un lugar que no pertenece a nadie, un lugar para habitar y amar… Comenzamos este viaje a 2498 metros sobre el nivel del mar y durante cuatro días superamos tres pasos de montaña cercanos a los 4000 metros de altura ( Warmiwañusca 4.200 mtrs, Runkuraqay 3.800 mtrs, Phuyupatamarka 3650 mtrs), visitamos 5 yacimientos arqueológicos (Llaqtapata, Wayllabamba, Runkuraqy, Sayacmarca y Wiñayhuayna) construidos a lo largo del camino, cada vez mas complejos, cada vez mas elaborados…y cada vez somos mas conscientes de la magia ancestral que envuelve este caminar por que cada vez estamos mas mimetizados con este camino…humildes caminantes, despojados de necesidades superfluas, ligeros de equipaje…la mañana del cuarto despertamos en la noche, ha estado lloviendo pero nos sobrecoge un cielo con tantas estrellas como jamás lo habíamos visto antes, comenzamos la caminata entre tinieblas y jirones de nube que se deshacen en las laderas de las montañas, justo antes de la salida del sol llegamos a Intipunku (Puerta del sol) y vemos como la luz de un nuevo día surge tras las montañas y avanza lentamente hasta bañar los muros centenarios de Machu Picchu…el camino llega a su fin, ahora disfrutaremos la visita a este asombroso y misterioso lugar de la tierra…nos sentimos parte de algo especial que termina…la felicidad es el camino.