SI NO SABES AMAR, TU VIDA PASARÁ COMO UN DESTELLO

martes, 22 de junio de 2010

CUBA I (LA HABANA) DIARIO DE VIAJE del 9 al 20 junio de 2010

No fue fácil convencer a Mael para ir a Cuba. A él nunca le llamo demasiado la atención y yo había planificado tan infinitos como infructíferos viajes que ya no quería esperar más. Era el momento. No se trataba de un viaje de playas sino de palpar las almas, constatar cuanto queda de real del sueño revolucionario de héroes barbudos surgidos de la sierra para liberar a un pueblo que sobre todo había abrazado en mi adolescencia. Los ecos recientes contaban calamidades y aunque nunca negué ni oculte mi fé embarcaba hacia las antillas como una vieja novia que no sabe si renovará los botos en sus cincuentenarias bodas de oro.

La Habana, capital de esta isla del Caribe en cuya silueta los más imaginativos quisieron intuir el dibujo de un cocodrilo, nos acogió con un calor intenso y denso, de esos que hacen la respiración más pesada y difícil. Yo había amado esta tierra mucho antes de pisarla. Bisagra imprescindible en el panorama internacional del ultimo medio siglo la isla nos abrazaba con uno de sus brazos mas fascinantes, esta ciudad anclada en un tiempo remoto, Cádiz del Caribe, cuyas avenidas y calles de eclécticas arquitecturas coloniales reclaman a gritos restauración, una mano de pintura y kilos de tapagrietas, pues amenazan con desplomarse sobre el viajero…o el habanero. La luz, al menos en esta época del año, es completamente diferente…el calor crea enormes nubes blancas sobre un cielo turquesa que amenazan con tormentas y devastadores ciclones que son alejadas de tierra firme por la fuerza de los vientos alisios. A veces, a media tarde, los vientos pierden la batalla y sobre la ciudad se derrama una tormenta hemorrágica con gotas del tamaño de monedas de tres pesos. Mientras nosotros buscamos el reparo en algún portal, los habitantes de la habana reciben las aguas, tras el caluroso día, como un alivio: no buscan refugiarse, los jóvenes pasean tranquilamente con sus los torsos atléticos descubiertos; los niños juegan a pisar charcos o a béisbol y las mujeres se refrescan con el agua que fluye de las canaletas que se derraman sobre las calles…los paraguas que vimos durante el día se utilizan mas para resguardarse del sol que de la tormenta, que si es abundante durante la tarde, asegura una noche fresca. Si por el contrario es una lluvia leve el soporífero bochorno se hará aun más insoportable.

En la Habana nos alojamos en una casa de Vedado, un barrio residencial lleno de decadentes villas coloniales, opulentas en un pasado no tan remoto, muchas de las cuales fueron abandonadas por esos 70.000 ricos que se exiliaron de Cuba con el amanecer revolucionario de 1959. El primer día cometemos el error de ir caminando desde Vedado hasta la Habana vieja y aunque temprano, estamos a punto de ser derretidos por el sol. Antes hemos cambiado euros por Pesos Convertibles (CUC), que prácticamente están al precio del dólar, en la Cadeca del Hotel Nacional. No vamos a tardar en descubrir que para un extranjero Cuba es un lugar caro, al nivel de ciudades como Madrid o Barcelona. El turismo es una de las principales fuentes de ingreso de divisas y se explota bien. Por lo general no se tiene acceso al peso cubano (CUP) y la población lo utiliza básicamente para bienes de consumo de primera necesidad o cotidianos…los cubanos tienen acceso a los lujos del sistema capitalista, pero si los quieren, los han de pagar a precio de turista y con Pesos convertibles (un 25% mas caros que la moneda de uso nacional).

Los primeros días en la Habana visitamos en museo de la Revolución y el Pabellón Granma en el que puede verse el barco del mismo nombre con el que Fidel y sus guerrilleros (entre ellos Che Guevara) desembarcaron en la paya de Las Coloradas en diciembre de 1956 para refugiarse en la Sierra Maestra dando lugar al comienzo de la guerra de guerrillas que dos años mas tarde acabaría con la victoria Revolucionaria y la huida del dictador Batista hacia Miami. Paseamos por la avenida de casas señoriales y desconchadas José Martí hasta el Capitolio y nos refrescamos tomando una cerveza local (Cristal o Bucanero) en el histórico Hotel Sevilla. Pateamos Habana centro y la Habana vieja con sus ecos de tiempos de esclavitud, ocupación española, piratas, bucaneros y corsarios…un tiempo en el que la Habana creció al ser la puerta de entrada y salida del oro y riquezas que se expoliaban de las indias en dirección a España. Procedentes de todas las colonias, los barcos se anclaban en su puerto a la espera del convoy anual que escoltaba a los navíos para protegerlos de los piratas, muchas veces apadrinados por ingleses u holandeses. Desde la fortaleza del Morro la ciudad quedaba protegida de ataques y saqueos. La visitamos y asistimos al teatral cañonazo que desde hace siglos se repite a las 9 de la tarde para recordar el momento en el que se cerraban las puertas de la ciudad. Antes de continuar nuestro viaje por tierras cubanas aun nos tomaremos un helado en el famoso Copelia (donde se rodaron escenas de Fresa y Chocolate), disfrutaremos algún Daiquiri en el Floridita atestado de extranjeros atraídos por la añoranza del tiempo en que este local era frecuentado por Ernest Hemingway (este escritor estuvo en todas las sopas), caminaremos infinitamente por la siempre concurrida calle Obispo, visitaremos el cementerio Cristóbal Colón y veremos la puesta de sol desde el Malecón antes de deleitarnos con el decadente y colorista cabaret Parisien del Hotel Nacional. Por supuesto no dejaremos la Habana sin antes haber caminado por la plaza de la revolución admirando el monumento a José Martí y las famosas fachadas del ministerios de interior desde las que nos saludan las efigies de Camilo Cienfuegos y el Che, inspirada esta ultima en la famosa foto tomada por Korda a Guevara tras visitar este el puerto de la Habana poco después de que disidentes de Miami apoyados por la CIA hicieran estallar un barco y matar cientos de personas en una maniobra terrorista de los exiliados Cubanos adinerados, tan habituales en aquellos primeros años de vida de la Revolución Cubana gcuya fuerza había asombrado al mundo y pretendía ser detonante libertario para todos los países sometidas al yugo imperialista, especialmente de Estados Unidos que si veía amenazados sus intereses no dudaba en propiciar, alentando y financiando, los golpes de estado mas terroríficos de Latinoamérica.

Tras dos días en la Habana, a la mañana siguiente emprenderemos viaje hacia Trinidad, en la provincia de Sancti Spíritus.


2 comentarios:

  1. Me remonte a mis tiempos en Cuba, cuando aun era parte de ella, cuando podia caminar las calles de La Habana, sus sitios, sus lugares. Cuando no me era ajena, ahora, solo en fotos puedo verla.
    Gracias por este viaje a Mi Habana.

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  2. Cuba es lindissima , esto posto en realidad me gusto mucho esta muy bonito.. recomiendo tb nuestra web para buscar casas particulares en Cuba: http://www.casas-cuba.org

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